Índice
- 1 Qué es la diabetes insípida
- 2 Causas de la diabetes insípida
- 3 Tipos de diabetes insípida
- 4 Síntomas de la diabetes insípida
- 5 Diabetes insípida en niños
- 6 Diagnóstico de la diabetes insípida
- 7 Tratamiento de la diabetes insípida
- 8 Complicaciones de la diabetes insípida
- 9 ¡Escríbenos y síguenos en nuestras redes sociales!
- 10 Fuentes de consulta:
Qué es la diabetes insípida
La diabetes insípida es un trastorno metabólico que produce ganas de orinar frecuentemente y, por ende, la eliminación de grandes cantidades de orina. Como resultado, el cuerpo pierde demasiado líquido, lo que causa un riesgo significativo de deshidratación grave. La sed excesiva también es una característica de la diabetes insípida. Además, puede conducir a otros trastornos, entre ellos el desequilibrio electrolítico. Se trata de una condición rara que afecta la regulación del nivel de fluidos corporales.
Es especialmente relevante que la diabetes insípida no debe confundirse con la diabetes mellitus, también conocida solo como “diabetes”. La diabetes mellitus resulta de un exceso de azúcar en la sangre. Aunque los trastornos tienen síntomas similares en todos los demás aspectos, incluyendo las causas y el tratamiento, son condiciones completamente distintas.
La diabetes insípida puede ser hereditaria o adquirida, e interrumpir la vida normal de las personas que la padecen. Cuando se tiene diabetes insípida las ganas de orinar frecuentemente y la sed excesiva pueden ocurrir incluso por las noches.
Causas de la diabetes insípida
La diabetes insípida es el resultado del daño a la hipófisis (glándula pituitaria). Se trata de una pequeña glándula en la base del cerebro que almacena y libera una hormona llamada hormona antidiurética (HDA), también conocida como vasopresina. Esta hormona hace que los riñones controlen la cantidad de líquido que se expulsa del cuerpo en forma de orina. Dicha función previene la deshidratación. Cuando la hipófisis está dañada, los riñones pierden líquidos porque extraen demasiada agua de la sangre y como resultado dan ganas de orinar frecuentemente. Esto a su vez conduce a un aumento de sed.
La diabetes insípida puede ser causada por otras condiciones, como las siguientes:
- Un hipotálamo que no produce suficiente vasopresina
- Una glándula pituitaria (hipófisis) que no libera suficiente hormona antidiurética en la sangre
- Daño al hipotálamo o hipófisis durante una cirugía o radioterapia
- Daño cerebral
- Tumor cerebral
- Tuberculosis
- Bloqueo en las arterias que conducen al cerebro
- Inflamación del cerebro (encefalitis)
- Inflamación de las membranas que cubren el cerebro y la médula espinal (meningitis)
- Sarcoidosis
- Herencia familiar
- Ciertos medicamentos que contienen litio
Tipos de diabetes insípida
Esta condición adopta dos formas principales:
- Diabetes insípida central: se da cuando la glándula pituitaria no segrega la hormona vasopresina, la cual regula los fluidos corporales
- Diabetes insípida nefrogénica: ocurre cuando la secreción de la hormona vasopresina es normal, pero los riñones no responden bien a la hormona
La diabetes insípida también puede ser dipsogénica (que produce sed) o durante el embarazo:
- Diabetes insípida dipsogénica: es provocada por un problema con la sensación de sed. Es decir, causa una sed anormal y como resultado, la ingesta abundante de líquidos y ganas de orinar frecuentemente.
- Diabetes insípida gestacional: ocurre solo durante el embarazo y por lo general desaparece después de que nace el bebé, aunque puede volver con otro embarazo.
Síntomas de la diabetes insípida
Los síntomas más comunes asociados con la diabetes insípida son sed excesiva y ganas de orinar frecuentemente. Algunos pacientes pueden llegar a beber un vaso de agua cada 10 o 20 minutos. Mientras que las ganas de orinar frecuentemente se presentan durante el día y la noche, a veces cada 15 o 20 minutos. Tanto niños como adultos que padecen diabetes insípida con frecuencia se orinan en la cama y el color de la orina suele ser pálido.
Los síntomas de la diabetes insípida son muy similares a los de la diabetes mellitus, excepto que la orina no contiene niveles de azúcar elevados. Es especialmente relevante que la diabetes insípida puede interferir con el apetito y la alimentación. En niños, puede interferir con el crecimiento y el aumento de peso. A menudo aparecen signos de deshidratación, ya que el cuerpo es incapaz de retener suficiente agua. Los síntomas de deshidratación incluyen:
- Piel seca
- Membranas mucosas secas (boca pegajosa)
- Pocas lágrimas
- Ojos hundidos
- Fontanelas hundidas en bebés (mollera o punto blando en el cráneo)
- Fatiga
- Somnolencia
- Pérdida de peso
- Dolor de cabeza
- Irritabilidad
- Baja temperatura corporal
- Dolores musculares
- Ritmo cardíaco acelerado
- Presión arterial baja
Los adultos con diabetes insípida sin tratar pueden beber suficiente agua para compensar la pérdida extrema de orina. Sin embargo, existe un grave riesgo de deshidratación y desequilibrios en la sangre, como de sal (sodio) y potasio. Una persona que padece diabetes insípida puede orinar de tres a 20 litros al día.
El volumen normal de orina que se elimina al día es alrededor de dos litros. En casos severos de diabetes insípida las personas pueden eliminar más de 20 litros.
Diabetes insípida en niños
Debido a que la diabetes insípida puede comenzar desde muy temprana edad, los principales síntomas de la enfermedad pueden ser malinterpretados. Por ejemplo, cuando un niño pequeño tiene sed excesiva y pide muchos líquidos o quiere orinar frecuentemente, podría pensarse que se trata de un simple mal comportamiento o mal hábito. Los padres pueden erróneamente negar los líquidos para romper el “mal hábito” o regañarlos para aguantarse las ganas de ir al baño.
Es importante que a estos niños se les permita el libre acceso a los líquidos (agua natural, jugos, agua de sabor) hasta que se inicie el tratamiento. Si no consiguen líquidos con facilidad, algunos niños con diabetes insípida beben directamente de la llave, baños, platos de mascotas, albercas y otras fuentes de agua poco comunes que encuentren.
Es más probable que un niño padezca diabetes insípida si sufrió una lesión en la cabeza, se le sometió a una cirugía cerebral o tiene un tumor en el cerebro. Asimismo, si padece enfermedad renal o toma ciertos medicamentos que contengan litio.
Los niños pueden no ser capaces de comunicar su sed y deshidratarse con mucha facilidad. Por lo tanto, pueden sentirse apáticos, tener vómito, fiebre y diarrea.
Diagnóstico de la diabetes insípida
El diagnóstico de diabetes insípida se basa en una serie de análisis clínicos, incluida la osmolalidad de la orina y la prueba de privación de agua (prueba de deshidratación).
La diabetes insípida se caracteriza por una orina poco concentrada con niveles bajos de sal. La concentración de la orina se puede analizar midiendo la osmolalidad (cantidad de partículas que hay en una cantidad específica de líquido). Mientras tanto, la prueba de privación de agua es un procedimiento que debe hacerse en un ambiente controlado. El paciente debe ser monitoreado de cerca por un especialista durante toda la prueba. Este análisis mide los cambios en el peso corporal, la producción de orina y la composición de la misma. También mide el nivel de sal en la sangre cuando se retiene líquidos y se produce la deshidratación.
La medición de los niveles sanguíneos de la hormona vasopresina también suele realizarse a través de un análisis de sangre. Las muestras se toman cada hora durante un periodo de varias horas.
La prueba de privación de agua implica permitir que un paciente se deshidrate cada vez más mientras se toma muestras de sangre y orina
Además de las pruebas anteriores, se puede realizar una resonancia magnética para detectar anomalías en la hipófisis. La resonancia magnética por si sola no es suficiente para diagnosticar diabetes insípida. No obstante, en el momento del diagnóstico, se estima que el 71% de los pacientes muestran un tallo hipofisario con un engrosamiento anormal.
Tratamiento de la diabetes insípida
La diabetes insípida y sus principales síntomas, como orinar frecuentemente y tener sed excesiva, se puede tratar administrando vasopresina sintética (desmopresina). Esta ayuda a los riñones a disminuir la cantidad de orina producida. El equilibrio normal entre la ingesta de agua y la producción de orina por lo general se restaura rápidamente.
La mayoría de los pacientes recibe la desmopresina vía oral en forma de píldora o vía nasal en spray. Sin embargo, si esto no es posible debido a la edad o condición de la persona, el medicamento puede administrarse mediante una inyección. La dosis y vía de administración esta hormona dependerá del caso particular.
En los casos de diabetes insípida nefrogénica, una tableta de agua (diurética) llamada hidroclorotiazida o amilorida puede ayudar. La desmopresina no es efectiva en casos de diabetes insípida nefrogénica.
El médico especialista también puede recomendar una dieta baja en sal. Además, la persona con diabetes insípida puede ser referida a un nutricionista para definir un régimen alimenticio especial. Reducir la ingesta de cafeína y proteínas, y eliminar alimentos procesados puede ser efectivo para controlar la retención de agua.
Complicaciones de la diabetes insípida
La deshidratación extrema puede causar hipernatremia, una condición en la cual la concentración de sodio en la sangre se eleva mucho debido a la baja retención de líquidos. La hipernatremia puede provocar síntomas neurológicos, confusión, convulsiones e incluso estado de coma.
Sin tratamiento, la diabetes insípida puede provocar daño renal permanente. Siempre que haya suficiente agua para satisfacer la sed excesiva, los síntomas de la diabetes insípida pueden ser mínimos. Esto no significa que la condición no tendrá efectos negativos en el mediano y largo plazo.
LEER TAMBIÉN: Una vida de deshidratación ¿Qué le puede pasar al cuerpo por no tomar agua?
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Fuentes de consulta:
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BMJ Best Practice. (2018). Diabetes insipidus. 30 de octubre de 2018, de BMJ Best Practice Sitio web: https://bestpractice.bmj.com/topics/en-gb/288
